Infancia. La familia de Sherlock

 (Asa Butterfield, mi headcanon Kid!Sherlock)

De pequeño, Sherlock no era tan distante y frío como en la actualidad, pero siempre se mostraba tímido y reservado. La familia de Sherlock era de clase social media alta, bien acomodada, que podía permitirse el lujo de tener un buen piso en el centro de Londres además de un chalé en el campo. Los lujos y la comodidad eran algo que a Sherlock no le importaba. Por supuesto sabía que gracias a ello podía acceder a la enorme y surtida biblioteca de su padre, o que su madre (muy de vez en cuando) le trajera algún juguete.

Desde muy temprana edad, sintió interés por los puzzles, los juegos de lógica, los acertijos y la lectura algo madura para su edad pero realmente fascinante para él. Le gustaba que su padre le leyera los libros de Oscar Wilde, una pasión que no ha mermado con los años, conservando los libros de su biblioteca.

Nunca ha tenido una relación cercana con su hermano Mycroft, siete años mayor que él. Mycroft tiene una capacidad de deducción mucho más alta que la de Sherlock, pero no llegó a interesarse en gran medida por sus poderes tanto como Sherlock. Solían discutir por cosas triviales, en los que el juez que marcaba el desempate y proclamaba un vencedor era su madre.

Su padre era Robert Holmes, un hacendado inglés y la parte dulce del matrimonio. Tenía la salud un poco mermada y casi siempre tenía que estar en casa, pero a pesar de eso, siempre que podía le gustaba pasar tiempo con sus hijos por igual, sin marcar un favorito, aunque Sherlock notaba que le prestaba más atención a él que a su hermano. La salud precaria de Robert se lo llevó muy pronto, dejando huérfano de padre a Sherlock con tan solo nueve años y cambiando de manera brusca su forma de ser. Si antes era reservado, ahora lo era el doble y no permitía que nada ni nadie lo sacara de su caparazón a prueba de sentimientos y emociones.

Su madre era Elaine Bayle, descendiente de una longeva estirpe de pintores franceses. Era autoritaria, mandona y altiva, y su ojito derecho de siempre había sido Mycroft, mostrando poco interés en ocultar esta preferencia a ojos de Sherlock. Nunca se tomó en serio el potencial y la inteligencia de Sherlock, que ilusionado iba a contarle algún descubrimiento que había hecho y ella ni le miraba. Cuando Robert murió, su carácter empeoró más, volviéndose posesiva y sobre protectora. Sherlock pudo librarse de ella un poco, pero fue Mycroft el que sufrió con el paso del tiempo esta posesión maternal.

Robert en vida siempre se preocupó por él, pero al no recibir mucha atención por parte de Elaine, tuvo que madurar rápido. A los doce años se mostraba como un joven independiente, muy inteligente y todavía reservado, pero sin pelos en la lengua si alguien le molestaba o veía interesante el deducir algo de él. Seguía leyendo todos los libros que veía interesantes en la biblioteca de su padre, dando poco a poco con temas que le atraían como la literatura inglesa, la filosofía, el estudio del cuerpo humano, la química y la psicología, siendo las dos últimas materias sus favoritas. Ya desde tan joven entrenaba el almacenar y depositar en su cabeza lo realmente esencial, olvidándose de las cosas que le resultaban prescindibles y aburridas.

A los doce años Sherlock notó un cambio en su hermano, un cambio en el que mostraba más cercanía hacia él y menos voces y gritos. Este cambio se debió al noviazgo que tuvo con una joven bailarina, cuatro años mayor que Sherlock, llamada Martha Parker (Ver Martha Parker). Cuando llevaban un año, Mycroft lo llevó a un ballet a presentársela. Después de años cerrándose en banda hacia extraños tras la muerte de su padre, Martha fue la primera persona que interesó a Sherlock. Gracias a ella mostró un enorme interés por la música, antes mero elemento acompañante en cenas o reuniones importantes de la familia. Su amor por los ballets de Tchaikovsky perdura hoy en día, además de admirar la fuerza de Beethoven o la despreocupación de Mozart. Por razones que Sherlock aún desconoce, Mycroft y Martha terminaron su corta relación tras dos años y poco más, y no volvió a saber nada sobre ella. A partir de entonces su hermano volvió al lado oscuro y a ser una persona distante, metódica y fría. Sherlock nunca se olvidó de Martha, siendo una persona que le ofreció tanto.

Una persona que lo apoyó mucho desde pequeño, pero sobre todo más cuando su madre se volvió autoritaria después de la muerte de su padre, fue Elisabeth Bayle, su tía y hermana de Elaine. Era totalmente diferente a su madre, y le recordaba mucho a su padre. Era dulce, atenta y comprensiva. No siempre podía visitar a su hermana, pero cuando lo hacía se volcaba en Sherlock, haciéndole ver que sus aptitudes, su inteligencia y las cosas por las que se interesaba eran importantes, haciéndole entender que el mundo era simple y él era alguien muy especial que haría grandes cosas (con los años la personalidad de Sherlock fue cambiando la perspectiva que tenía de la palabra ''simple'' por ''ordinario'' y ''aburrido''. Ya a esta edad se puede ver que su personalidad antisocial hace acto de presencia). Con su ayuda, Sherlock pudo irse a estudiar lejos de su madre e irse a vivir con ella unos años antes de entrar con tan sólo diecisiete años en la universidad de Oxford.


(Gary Oldman y Helen Mirren, mis headcanons de Robert Holmes y Elaine Bayle)

 (Cate Blanchett, mi headcanon de Elisabeth Bayle)